Donald y Melania Trump (Reuters) (JONATHAN ERNST/)El promedio de encuestas del sitio especializado Real Clear Politics (que toma en cuenta los principales sondeos en el país) le da una ventaja de 7,8 por ciento a Joe Biden con miras a la elección del martes. Pero como es sabido, ganar el voto popular no es sinónimo de ganar una elección en los Estados Unidos, donde los votos que cuentan son los electorales. Esto le ocurrió hace cuatro años a Hillary Clinton, quien consiguió 2,9 millones de votos más en 2016, pero no en los estados que aportaban más votos electorales. Por eso, al final del día Clinton perdió con 227 votos electorales contra 304 que consiguió Donald Trump.Pero las encuestas también son promisorias para Biden cuando hablamos de estados particulares. Remitiéndonos a la misma publicación especializada, según Real Clear Politics, el candidato demócrata tiene una ventaja de cerca de 3 puntos cuando se trata de los estados pendulares que pueden definir la elección. ¿Por qué entonces no todos dan por prácticamente segura una victoria de Joe Biden? Pues porque existe el precedente de Clinton. Las encuestas también indicaban en 2016 que Hillary Clinton ganaría la gran mayoría de los estados pendulares, y esto no ocurrió. El caso más emblemático –y para muchos el hecho que definió la victoria de Trump- es el de Pennsylvania. Las encuestas daban una ventaja de 9 puntos para la ex primera dama, y al final los republicanos se quedaron con esos 20 votos electorales.¿Se equivocan las encuestas?En 2016 sólo dos encuestadores nacionales vaticinaron una victoria de Donald Trump: Arie Kapteyn y Robert Cahaly.Estos analistas no descreen de los métodos de medición de las encuestas, de hecho los usan como base de su trabajo. Pero ambos, trabajando por separado, llegaron a la misma conclusión: los sondeos no ven el voto oculto que acarrea Donald Trump.El presidente de los Estados Unidos Donald Trump se reúne con sus partidarios en un evento de campaña en Montoursville, Pennsylvania, EEUU el 31 de octubre de 2020. REUTERS/Jonathan Ernst (JONATHAN ERNST/)Si bien muchos seguidores del Presidente son muy vocales, con grandes manifestaciones en todo el país, carteles y eventos masivos, según Kapteyn y Cahaly, muchos otros eligen al presidente en las urnas pero mantienen su voto en silencio. Muchos otros analistas coincidieron en que este fenómeno ocurrió en 2016, pero el dúo que pronosticó la victoria de Trump en 2016 asegura que el fenómeno se repetiría en este 2020.“Es innegable que hay muchos votos ocultos para Trump ahí afuera (…) ¿Ganará Biden el voto popular? Probablemente. No estoy poniendo en duda eso. Pero creo que Trump está nuevamente ante una victoria de colegios electorales,” pronosticaba Cahaly en una conferencia dada a finales de la semana pasada.Si bien su opinión no es la más popular, es sumamente escuchada debido a los resultados de 2016.El fenómeno se explicaría con los altos índices de imagen negativa. Durante los pasados tres años y medio, el Presidente Trump manejó un promedio de 60 por ciento de imagen negativa. A esto se le suma que la prensa nacional masivamente ha criticado a la actual administración, generando para algunos una desconfianza a ser juzgados en caso de apoyar al Presidente Trump. De allí este voto oculto ligado a la presión social.“Vivimos en un país en el que la gente le miente al contador, le miente al médico, le miente al cura. ¿Por qué vamos a creer que dicen siempre la verdad cuando los llama por teléfono un extraño para preguntarles por quién va a votar?”, agregaba Cahaly.El fenómeno no es ajeno al propio Trump, quien ha denominado a esta masa de votantes como la mayoría silenciosa. Si este grupo invisible saldrá a apoyar al presidente para una reelección de cuatro años más es un misterio que seguramente se revelará el próximo martes.MÁS SOBRE ESTE TEMA:Cómo serán los primeros 100 días en la Casa Blanca de Biden o los del segundo mandato de TrumpLa maratónica recta final de Trump: realizará eventos en 10 ciudades para las últimas 48 horas de campañaSuperada la Noche de Brujas, Estados Unidos desemboca otra vez en una elección impredecible