Nueva York, Estados Unidos. REUTERS/Jeenah Moon (JEENAH MOON/)El número de casos de coronavirus sigue subiendo en el estado de Nueva York y se sitúa ya en niveles no vistos desde el pasado mes de abril, según anunciaron el viernes las autoridades.Nueva York, que fue inicialmente el gran epicentro de la pandemia de COVID-19 en Estados Unidos, había logrado mantener durante meses unos números de contagios muy bajos en comparación con el resto del país.Aunque las cifras son reducidas frente a las de otras zonas, en las últimas semanas las infecciones han comenzado a acelerarse, lo que disparó la preocupación de las autoridades, que han tomado medidas como el cierre de las escuelas públicas en la Gran Manzana.El pasado viernes, el estado notificó 8.176 nuevos casos registrados en las últimas 24 horas, sobre un total de 219.442 pruebas efectuadas, un nuevo récord, lo que sitúa la tasa de positividad en 3,72%.Algo más de 3.100 personas se encuentran hospitalizadas y, de ellas, 636 en unidades de cuidados intensivos, mientras que en la jornada del jueves fallecieron 39 personas por coronavirus.Nueva York, que fue inicialmente el gran epicentro de la pandemia en Estados Unidos, había logrado mantener durante meses unos números de contagios muy bajos en comparación con el resto del país. EFE/EPA/Justin Lane/Archivo
(JUSTIN LANE/)“Estamos viendo un aumento de los números en el país y dentro de nuestro propio estado. Empezó con el otoño y va a continuar, y seguramente empeorará en el invierno”, señaló en un comunicado el gobernador neoyorquino, Andrew Cuomo.Según el político demócrata, en esta época es más importante que nunca que los ciudadanos tomen precauciones y usen mascarillas.Estados Unidos se acerca ya a los 265.000 fallecidos por la enfermedad de COVID-19 desde que comenzó la crisis, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins, y se teme que el número de contagios pueda dispararse aún más en estas fechas por la celebración de las fiestas de Acción de Gracias, las más populares del país.En nueve estados de la nación más de una de cada 1.000 personas han muerto por causas relacionadas con el coronavirus, mientras los fallecimientos diarios por COVID-19 en todo el territorio alcanzan niveles no vistos desde principios de la pandemia, de acuerdo a un reporte de The Washington Post.La lista de esos estados (Nueva Jersey, Nueva York, Massachusetts, Connecticut, Louisiana, Rhode Island, Mississippi, Dakota del Norte y Dakota del Sur, de acuerdo a mediciones de The Washington Post) refleja el gran número de víctimas de la pandemia e incluye a Nueva York, como el primer epicentro, pero también a los estados del sur afectados por la ola de verano, y lugares rurales con hospitales con cada vez mayores dificultades.Medidas de distanciamiento social en un centro comercial de Estados Unidos. REUTERS/Micah Green (MICAH GREEN/)El viernes, Dakota del Sur se convirtió en el último estado en sumarse, en momentos en los que el país superó los 13 millones de casos registrados de coronavirus.A medida que los casos, las muertes y las hospitalizaciones continúan aumentando, los ojos están enfocados en la posibilidad de que la distribución de la vacuna pueda comenzar en diciembre, mediante la necesaria aprobación regulatoria.Pero en medio de esa esperanza, surgen preguntas sobre la vacuna contra el coronavirus desarrollada por la compañía farmacéutica AstraZeneca con la Universidad de Oxford, uno de los tres primeros candidatos a la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos.El director ejecutivo de AstraZeneca, Pascal Soriot, dijo a Bloomberg News que era probable que su compañía realizara una nueva prueba para contrastar la parte más positiva de sus resultados, que reportó una efectividad por encima del 90% cuando un pequeño grupo de personas recibió por error solo la mitad de la dosis inicial desarrollando inmunidad.Katherine O’Brien, directora de inmunización, vacunas y productos biológicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dijo que si bien los datos de AstraZeneca son prometedores, hay muchas formas en que los hallazgos aún podrían verse socavados y que los expertos necesitan acceso a los datos subyacentes de los estudios para sacar mejores conclusiones sobre los mismos.“Es demasiado pronto para que podamos decir algo sobre lo que hacemos con los datos y lo que se necesita a continuación”, dijo O’Brien el viernes en una rueda de prensa. “Lo que realmente necesitamos ver es más que un comunicado de prensa”, agregó.CON INFORMACIÓN DE EFEMÁS SOBRE ESTE TEMA:Los CDC de Estados Unidos definirán el martes quiénes recibirán primero la vacuna contra el COVID-19En nueve territorios de Estados Unidos, una de cada 1000 personas han muerto por causas relacionadas al COVID-19Hackers de Corea del Norte intentaron acceder al sistema de AstraZeneca
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En nueve territorios de Estados Unidos, una de cada 1000 personas han muerto por causas relacionadas al COVID-19
Gente con máscaras faciales en Rehoboth Beach, Delaware, Estados Unidos (REUTERS/Joshua Roberts) (JOSHUA ROBERTS/)En nueve estados de Estados Unidos más de una de cada 1.000 personas han muerto por causas relacionadas con el coronavirus, mientras los fallecimientos diarias por COVID-19 en todo el país alcanzan niveles no vistos desde principios de la pandemia, de acuerdo a un reporte del Washington Post.La lista de esos estados (Nueva Jersey, Nueva York, Massachusetts, Connecticut, Louisiana, Rhode Island, Mississippi, Dakota del Norte y Dakota del Sur, de acuerdo a mediciones del Washington Post) refleja el gran número de víctimas de la pandemia e incluye a Nueva York, como el primer epicentro, pero también a los estados del sur afectados por la ola de verano, y lugares rurales con hospitales con cada vez mayores dificultades.El viernes, Dakota del Sur se convirtió en el último estado en sumarse, en momentos en los que el país superó los 13 millones de casos registrados de coronavirus.Es posible que el impacto de las celebraciones por el Día de Acción de Gracias en la propagación del coronavirus no sea evidente hasta la próxima semana, cuando los informes se vuelven más regulares nuevamente y cuando las personas que pueden haberse infectado en reuniones familiares reciban los resultados de sus testeos.Foto del viernes del Presidente de EEUU, Donald Trump, hablando con periodistas en la Casa Blanca (REUTERS/Erin Scott) (ERIN SCOTT/)En Dakota del Sur, la gobernadora republicana Kristi L. Noem sigue resistiéndose a establecer la obligatoriedad del uso de las máscaras faciales, las cuales han quedado sumergida en una batalla ideológica entre republicanos y demócratas.Noem también ha dado su visto bueno a las reuniones masivas, alentando a la gente a participar durante el verano que pasó de un rally de motocicletas de casi 500.000 personas que muchos expertos temían que se convirtiera en evento de supercontagios. A las pocas semanas del evento de 10 días, ambas Dakotas junto con Wyoming, Minnesota y Montana tenían el número de infecciones nuevas per cápita más alto del país, aunque los expertos dicen que es imposible saber cuántos de estos casos se derivaron del evento.Pese a ese episodio, en la actualidad las hospitalizaciones en el estado también se dispararon en septiembre después de permanecer cerca o por debajo de 100, alcanzando un máximo a principios de este mes en más de 600.Récord en todo el paísIncluso con varios estados que no informaron sus nuevas infecciones el jueves, Estados Unidos registró más de 127.500 casos, casi 1.400 nuevas muertes y aproximadamente 90,500 hospitalizaciones actuales, según datos rastreados por The Washington Post.Pese a que Nueva York ya no es el estado con un mayor número de contagios, sí sigue como el más golpeado en cuanto a muertos en Estados Unidos (EFE/Justin Lane/Archivo)
(JUSTIN LANE/)Esas cifras son un recuento insuficiente del alcance real del virus: un nuevo estudio de investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) estima que solo 1 de cada 8 infecciones por coronavirus en todo el país se informó hasta fines del mes de septiembre, es decir, el número real de infecciones podría estar más cerca de los 52.9 millones.Los funcionarios de salud pidieron a las personas que se hicieran reuniones para el Día de Acción de Gracias que se hicieran la prueba del virus. Leana Wen, médica de emergencias y profesora de políticas de salud en la Universidad George Washington, aconsejó pasar tiempo al aire libre y ponerse en cuarentena cuando regresen a casa.Además, Anthony S. Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas y máximo asesor de la Casa Blanca, predijo que las celebraciones de Navidad y Año Nuevo posiblemente sean tan moderadas como las del Día de Acción de Gracias, debido a la continuidad del riesgo de los contagios.“Si las cifras siguen aumentando y se mantienen en más de 100.000 infecciones y 1.300 muertes por día… No veo que sea diferente durante las vacaciones de Navidad y Año Nuevo que durante el Día de Acción de Gracias“, dijo a USA Today en un artículo publicado el viernes.Esperanzas en la vacunaA medida que los casos, las muertes y las hospitalizaciones continúan aumentando, los ojos están enfocados en la posibilidad de que la distribución de la vacuna pueda comenzar tan pronto como en diciembre, mediante la necesaria aprobación regulatoria.Un hombre se hace una prueba de coronavirus en Acción de Gracias en un refugio para personas sin hogar mientras continúa el brote global de la enfermedad. Los Ángeles, California, EEUU (REUTERS/Lucy Nicholson) (LUCY NICHOLSON/)Pero en medio de esa esperanza, surgen preguntas sobre la vacuna contra el coronavirus desarrollada por la compañía farmacéutica AstraZeneca con la Universidad de Oxford, uno de los tres primeros candidatos a la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos.El director ejecutivo de AstraZeneca, Pascal Soriot, dijo a Bloomberg News que era probable que su compañía realizara una nueva prueba para contrastar la parte más positiva de sus resultados, que reportó una efectividad por encima del 90% cuando un pequeño grupo de personas recibió por error solo la mitad de la dosis inicial desarrollando inmunidad.Katherine O’Brien, directora de inmunización, vacunas y productos biológicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dijo que si bien los datos de AstraZeneca son prometedores, hay muchas formas en que los hallazgos aún podrían verse socavados y que los expertos necesitan acceso a los datos subyacentes de los estudios para sacar mejores conclusiones sobre los mismos.“Es demasiado pronto para que podamos decir algo sobre lo que hacemos con los datos y lo que se necesita a continuación”, dijo O’Brien el viernes en una rueda de prensa. “Lo que realmente necesitamos ver es más que un comunicado de prensa”, agregó.AstraZeneca evitó por poco otro problema significativo cuando supuestos piratas informáticos norcoreanos intentaron obtener acceso a los sistemas internos de la empresa en las últimas semanas, informó Reuters. No se cree que los intentos hayan tenido éxito.Seguir leyendo:Hackers de Corea del Norte intentaron acceder a los sistemas del laboratorio AstraZenecaNueva alerta en Dinamarca por los visones con COVID-19: algunos podrían haber escapado de las granjas y esparcido la enfermedadEstados Unidos tiene más de 90 mil personas hospitalizadas por coronavirus, la mayor cantidad durante la pandemia
Frances Lee, politóloga de Princeton: “A Joe Biden le será más fácil gobernar si queda en minoría en el Senado”
Frances Lee, sobre el futuro de Donald Trump y del Partido Republicano (Infobae)Cada nuevo episodio del thriller en el que se convirtió la política estadounidense confirma que el país está partido en dos de un modo que no se veía desde la Guerra Civil. Un sistema diseñado para que ningún sector pueda imponerse a otro y para que todo se resuelva por consenso se enfrenta a la parálisis por la enorme conflictividad que hay entre las principales fuerzas políticas.Que se niegue a reconocer la derrota un presidente que perdió por 74 votos en el Colegio Electoral y por más de seis millones de sufragios populares, es la escena final de la serie. Especialmente dramática porque Donald Trump lo hace denunciando un fraude a gran escala y buena parte del Partido Republicano hace silencio ante sus acusaciones.Una mirada rápida podría asumir que este nivel de enfrentamiento es obra de Trump, ya que durante su gobierno se vieron cosas impensables tiempo atrás. Sin embargo, una de las mayores estudiosas de la polarización política en Estados Unidos explica que, en realidad, es un proceso que empezó hace mucho tiempo. La politóloga Frances E. Lee, profesora de la Universidad de Princeton y autora de numerosos libros sobre política partidaria y legislativa en Estados Unidos, sostiene que por la conjunción de transformaciones sociales y políticas, demócratas y republicanos están cada vez más divididos desde hace 40 años.En una entrevista con Infobae, además de explicar las causas y las consecuencias de este fenómeno, aborda las peculiaridades de esta transición presidencial y del futuro político de Trump. Por otro lado, se adentra en los desafíos que enfrentará el gobierno de Joe Biden, llama al ala izquierda del Partido Demócrata a moderar sus expectativas y realiza un pronóstico sorprendente: al presidente electo le va a resultar más fácil gobernar si los republicanos se quedan con los dos senadores que se eligen el 5 de enero en Georgia, privando a los demócratas de controlar el Senado.El presidente electo de los Estados Unidos, Joe Biden, pronuncia un discurso previo al Día de Acción de Gracias en su sede de transición en Wilmington, Delaware, el 25 de noviembre de 2020 (REUTERS/Joshua Roberts/Foto de archivo) (JOSHUA ROBERTS/)—Para alguien que sigue la política estadounidense a la distancia, la polarización parece directamente asociada a la presidencia de Donald Trump. Sin embargo, usted estudia este fenómeno desde hace tiempo y sostiene que es algo que precede a este gobierno. ¿Cómo describiría este proceso y el lugar que ocupa Trump en él?—La polarización política en Estados Unidos es un proceso en curso desde la década de 1970. Son muchos años de una creciente conflictividad interpartidaria, de desacuerdos cada vez más grandes entre demócratas y republicanos. Desde 1980, la competencia por el control del Congreso se volvió mucho más cerrada, en contraposición con la mayor parte del siglo XX, cuando el Partido Demócrata era dominante. Los republicanos casi nunca tuvieron mayoría entre 1932 y 1981. Pero desde los 80 se volvió permanente la expectativa de que el Congreso puede cambiar de manos de una elección a otra. Esto hizo que se intensificara la retórica dura, porque los partidos tratan de movilizar a sus votantes en una dinámica que se refuerza y que los va alejando. Durante el gobierno de Barack Obama, la polarización había llegado al peor punto que pudiera recordarse. Entonces llegó Trump, que la exacerbó aún más. Su disposición a deslegitimar cualquier institución que se pone en su camino, incluso el proceso electoral, es algo nuevo. Pero es un síntoma de un problema de larga data en Estados Unidos.—Ciertamente, no tiene precedentes que un presidente se niegue a reconocer una derrota que es bastante clara y que denuncie un fraude generalizado sin presentar evidencias. ¿Se sorprendió por la reacción de Trump ante el resultado de las elecciones o esperaba algo así?—No me sorprendió que Trump pusiera en duda una elección en la que perdió, porque también había puesto en cuestión la que ganó en 2016 (risas). Nunca esperé que concediera la derrota, creo que tampoco lo habría hecho si perdía en 2016. Para mi la gran pregunta era qué iban a hacer los funcionarios republicanos, las figuras más importantes del partido. Si iban a apoyarlo en la deslegitimación del proceso electoral o si iban a decir “no, el resultado es claro y la elección se terminó”. No hicieron ninguna de las dos cosas. Solo se quedaron callados. Se corrieron a un costado, esperando a ver qué sucedía, con la esperanza de que los tribunales resolvieran las cosas y ellos pudieran decir que respaldan el sistema judicial. Pero no quieren contradecir al líder de su partido. Eso me sorprendió. Yo esperaba una defensa más férrea de la legitimidad democrática básica. Por supuesto, a los republicanos les fue bastante bien en las elecciones legislativas, tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado.Frances Lee, sobre las expectativas del Partido Demócrata en el gobierno de Biden (Infobae)—De hecho, Trump perdió las elecciones, pero obtuvo casi 11 millones de votos más que en 2016 y en muchos estados tradicionalmente republicanos amplió los márgenes de victoria. Entonces, es odiado por los demócratas y genera desconfianza entre los independientes, pero está claro que interpela mucho a la base republicana. ¿Cómo explica este fenómeno?—Es importante destacar que, geográficamente, el apoyo electoral a Trump no es muy diferente del de otros candidatos republicanos. Su votación fue similar a la de Mitt Romney en 2012, a la de John McCain en 2008 y a la coalición que eligió dos veces a George W. Bush. Los cambios se produjeron en los márgenes. Trump es incluso más fuerte que sus predecesores entre los blancos sin título universitario. Pero desde los años de Bush esa es la base republicana. Trump no es sui generis en este sentido y él no habría sido presidente compitiendo por fuera del Partido Republicano. Habría sido otro Ross Perot. Él necesita al partido y es un producto de este. Ahora, claramente su personaje conecta con la base. Lo aman y confían en él. Por eso amplió su margen de votación. No hay precedentes en los últimos 100 años de un nivel de participación como el de estas elecciones. Trump demostró su capacidad de mejorar sus números respecto de 2016, pero obviamente Joe Biden mejoró incluso más los de Hillary Clinton.—En las últimas semanas se viralizó el discurso de concesión de McCain por ser un ejemplo de un estilo de liderazgo completamente opuesto al de Trump. Pero muchos republicanos ya no se sienten representados por ese tipo de retórica. ¿Cómo imagina la reorganización del partido después de Trump?—Hay que ver si hay un Partido Republicano post Trump o si él continúa siendo muy visible en la escena política cuando deje la presidencia. ¿Cómo luciría la política republicana si Trump compite nuevamente por la presidencia en 2024? Es posible. Sospecho que no clarificará sus intenciones por mucho tiempo, lo cual dificultará la aparición de un sucesor mientras no se corra a un lado. Así que puede que estén todos bastante paralizados en términos de dejar atrás la presidencia de Trump. También se habla de que podría competir su hijo, Trump Junior, que es muy popular en la base republicana.Donald Trump denuncia fraude la noche de las elecciones presidenciales (Damián Rodríguez/Reuters)—Se puede pensar que la negativa de muchos congresistas y senadores republicanos a condenar públicamente a Trump por no admitir la derrota se debe a que reconocen su popularidad y no quieren enojar a votantes que necesitarán para renovar sus respectivas bancas en 2022.—Sí, ellos saben que necesitan de los votantes que apoyan a Trump pero no respaldarían a un candidato del establishment republicano. Hay una parte de los votos que recibe Trump que son especialmente de él y ellos saben que los necesitan. Si más de la mitad de los republicanos le creen a Trump cuando dice que hubo fraude en las elecciones, significa que deben representar a un electorado en el que la mitad de las personas piensa eso. Entonces, ¿qué hacer? Pueden correrse y permanecer en las sombras hasta que haya una resolución. Pero con sus votantes internamente divididos, con algunos pensando que los comicios se terminaron y otros viendo que los resultados están en discusión, dudan.—Biden es un líder muy distinto, que no les habla solo a los suyos y que promete unir al país. ¿Pero es realmente factible eso o la polarización está tan arraigada que es poco lo que puede hacer un presidente para revertirla?—No creo que un presidente solo pueda revertir eso. A veces hay eventos que lo consiguen. En marzo de 2020, cuando se reconoció que la pandemia se había propagado por todo el país, los partidos se unieron para hacer cosas dramáticas juntos. La ley CARES (el plan de estímulo aprobado para paliar los efectos del covid) constituyó el 10% del PIB en los Estados Unidos. Nunca habíamos tenido legislación en esa escala y se aprobó después de un impeachment al presidente. La polarización era más feroz y más tóxica que nunca, pero este evento reunió a los partidos. Así que hay circunstancias que pueden hacer posible la unidad, al menos a corto plazo. Pero por sí mismo Biden no puede. Aunque creo que podría ayudarle tener que lidiar con un gobierno dividido, porque no podría aspirar a nada sin apoyo republicano. En cambio, si los demócratas ganaran las dos bancas de Georgia en el Senado, el contexto sería más divisivo, porque habría muchos diciendo “hagamos las cosas que queremos hacer y que los republicanos no quieren”. Pero si ganan los republicanos, Biden podría decirles “lo lamento, muchachos, pero no podemos, necesitamos respaldo republicano para hacer cualquier cosa”. Bajo esas circunstancias, él podría proveer un liderazgo más unificador. Pero no es algo que esté bajo su control. En gran medida, los presidentes están a merced de las circunstancias.El discurso del candidato republicano, John McCain, después de haber perdido contra Obama en 2008 (Infobae)—Todos creen que Biden necesita desesperadamente ganar las dos bancas que se disputan en Georgia para tener el control del Senado (igualaría al Partido Republicano en 50, y Kamala Harris, como vicepresidenta, podría desempatar). Pero usted está diciendo que en realidad le conviene perderlas, porque facilitaría la gobernabilidad. ¿Podría elaborar esta idea?—Piensa en la tarea que tendría Biden si los demócratas ganaran esos escaños. Tendría que proponer legislación capaz de unificar a todos los demócratas, sin importar cuánto diverjan sus opiniones. Piensa en la composición de la bancada demócrata en el Senado. Todos tendrían que estar de acuerdo. Y además su mayoría en la Cámara de Representantes es lo más estrecha posible, creo que van a ser 222 bancas (sobre 435). No va a poder tener ninguna defección allí tampoco. Habría un tremendo enfrentamiento al interior del partido, entre el centro y el ala izquierda, para dirimir quién tiene el control. Pero con gobierno dividido (con el Senado en manos republicanas) no tendría que enfrentar eso. Porque podría decirle a la izquierda “no podemos hacer esto solos”. Muy pocas veces los partidos tienen éxito legislando con criterios partidistas, ni siquiera cuando tienen mayoría. Y es por las fracturas internas que existen. Es como un resplandor, como un espejismo: crees que por tener mayoría vas a tener la habilidad de hacer cambios profundos, pero no es así. Aunque ganen esas dos bancas, los demócratas no van a poder hacer cosas por su cuenta, pero igual lo van a intentar. Creo que, irónicamente, para Biden será más fácil liderar si los demócratas no ganan. Sé que es contraintuitivo, pero se trata de manejar las expectativas de su propio partido. Es más sencillo si saben que tendrán que pactar con Mitch McConnell (líder de la mayoría republicana en el Senado).—¿Lo que usted sostiene es que si el Partido Demócrata está en una posición de mayor debilidad se van a moderar las expectativas de transformación de su ala izquierda, lo que disminuiría la presión interna sobre Biden?—Sí, así es. Es que sus expectativas están infladas. Lo que creen que conseguirían si tuvieran mayoría en ambas cámaras está por encima de lo posible. No podrían hacer una reforma policial ni modificaciones en materia de cambio climático sin 60 votos en el Senado. Eso no va a pasar. Es mejor que tengan que lidiar con McConnell a que estén peleándose entre ellos. Eso le haría más daño a Biden, porque su liderazgo se vería cuestionado por las críticas internas. Los demócratas quedaron decepcionados con el Obamacare (el plan de salud del gobierno de Obama), incluso habiéndolo aprobado. Dijeron que era débil, que favorecía a los intereses farmacéuticos, que no proveía de seguro a todos, que los planes eran muy caros. Y eso que es una de las pocas historias de éxito partidista. Y en 2009 tenían mayorías muy superiores a las que podrían alcanzar ahora. La izquierda necesita un baño de realidad, entender que el poder demócrata no está donde tendría que estar para hacer lo que quiere. No lo digo como partidaria, sino como analista. Esa es la realidad a la que se enfrentan. Por eso, ganar las bancas de Georgia los confundiría en cuanto a cuáles son sus verdaderas posibilidades.—También es cierto que si los republicanos retienen el control del Senado, quienes pacten con el gobierno de Biden se enfrentan a que Trump los acuse de traidores. Ellos también estarían en una posición difícil. ¿Por qué decidirían cooperar?—Sí, va a ser duro para ellos. Pero tuvieron que lidiar con eso durante los cuatro años de la presidencia de Trump. Él les exigió una y otra vez que repelieran el Obamacare, pero no lo consiguió. Les pidió acciones en cuestiones migratorias, pero tampoco le hicieron caso. No se plantaron ante él criticándolo directamente, sino cruzándose de brazos. No le decían “estás equivocado”. Simplemente, no hacían lo que les pedía. Así que no es que Trump va a dar órdenes desde fuera del gobierno y los legisladores van a acatar. Si ni siquiera pudo siendo presidente. Sí puede hacer que sus vidas sean menos placenteras.Donald Trump Jr. saluda junto a su padre, el presidente Trump, durante un mitin de campaña en el Aeropuerto Regional de Kenosha en Wisconsin, el 2 de noviembre de 2020 (REUTERS/Carlos Barria) (CARLOS BARRIA/)La polarización como obstáculo para gobernarUna de las mayores amenazas de la división política extrema es que el no reconocimiento de la legitimidad del adversario lleve a quien gobierna a recortar sus derechos, poniendo en riesgo los fundamentos de la democracia. Lee sostiene que el sistema político estadounidense es lo suficientemente fuerte para resistir el nivel de tensión actual, como lo demostró el hecho de que Trump autorizara el comienzo de la transición. El problema es que, con tanta conflictividad, los gobiernos son cada vez menos efectivos para promover las políticas que creen necesarias para el país.—En un artículo reciente sostiene que si bien Estados Unidos es hoy más susceptible que en el pasado a lo que llama “insurgencia populista”, el sistema constitucional sigue funcionando de barrera contra el autoritarismo. ¿Sería preciso decir que el gobierno de Trump puso a prueba ese sistema como ningún otro en la historia reciente?—El sistema estadounidense establece muchas barreras contra cualquiera con intenciones autoritarias. Pero no recuerdo a ningún otro presidente que haya puesto a prueba las vallas de contención del sistema de un modo comparable a Trump. El rango de normas violadas es muy amplio. Y, sin embargo, el Presidente acaba de autorizar que la transición se ponga en marcha. Y eso fue fruto de una decisión tomada por un funcionario electoral desconocido en Michigan. Es la descentralización del sistema lo que se pone en el camino de un líder potencialmente autoritario. Los estados y el Congreso tienen mucho poder. Cada uno de los presupuestos presentados por la administración Trump estaba muerto antes de llegar al Congreso, incluso cuando estaba bajo pleno control republicano. El Gobierno tampoco pudo aprobar los proyectos que envió en materia migratoria, que eran una prioridad. Así que creo que el sistema pudo resistir las ambiciones de Trump. Pero claramente es preocupante ver nuevas vulnerabilidades como resultado de estas pruebas a las que fue sometido.El líder de la mayoría republicana en el Senado de Estados Unidos, Mitch McConnell (MICHAEL BROCHSTEIN / ZUMA PRESS) (Michael Brochstein/)—¿Que se ponga en duda la transparencia del sistema electoral sería un ejemplo de estas vulnerabilidad?—Sí. Trump demostró que un líder con un apoyo fuerte y masivo puede conseguir que se ponga en duda si las elecciones son confiables. La mayoría de los republicanos cree que los comicios fueron fraudulentos de alguna manera. Esa es una vulnerabilidad sistémica que antes no habíamos visto. Cuando los perdedores conceden, admiten la legitimidad de su derrota. Ahora tenemos un presidente que se rehúsa y vemos el daño que causa. No es un daño institucional, sino en el liderazgo público.—Es posible identificar dos explicaciones de la polarización política. Una sería que es resultado de la creciente polarización social, por el aumento de la desigualdad, la globalización y otros fenómenos sociales. Otra, que es fruto de un proceso político autónomo, por cambios en las formas de comunicación y en los liderazgos. ¿Cree que hay una explicación que prevalezca sobre la otra o ambas coexisten?—Las dos cosas están pasando al mismo tiempo y ambas son importantes para entender la polarización. En el frente sociológico, una clave es la creciente diferenciación racial de los partidos. Los Estados Unidos son cada vez más diversos étnica y racialmente. Fue un proceso lento, que comenzó en los 70, por el cual el país pasó de ser 95% blanco a 61% blanco. Pero mientras el Partido Republicano dejó de diversificarse desde 1990, el Partido Demócrata se volvió más diverso que la totalidad del país. Que la división partidaria se superponga con esta gran división sociológica, racial, es preocupante y promueve la polarización, la demonización del otro. Esta idea de que “ellos no son como nosotros”, o de que “no podemos confiar en ellos”. A esto se suma una competencia feroz por la cual es un país que está dividido 50 y 50. Se ve en los resultados parlamentarios, en los que los republicanos y los demócratas ganan casi la misma cantidad de bancas y las elecciones presidenciales se deciden por un margen muy estrecho. Esto tiende a enardecer la retórica y crea incentivos para no cooperar con el otro, sino para diferenciarse, para incitar a tus votantes en la búsqueda de ganar una mayor cuota de poder en la próxima elección. Entonces, ni bien termina una, empezamos a pensar en la siguiente. Ahora ya estamos hablando de 2022 por este punto muerto en el que están los partidos.Barack Obama se dirige a una sesión conjunta del Congreso en Washington, el 24 de febrero de 2009. En los dos años en los que tuvo control del Congreso consiguió la aprobación de su reforma de salud, el Obamacare (REUTERS/Pablo Martínez Monsivais/Pool/Foto de archivo) (POOL New/)—El sentido común sugiere que si hay mayor polarización y los partidos se radicalizan, las políticas implementadas por el que está en el poder tienden a ser más extremas. Sin embargo, usted sostiene que ocurre exactamente lo contrario. ¿Cómo explica esta aparente contradicción?—Es la división del poder lo que fuerza a los partidos a negociar. El sistema puede ser muy frustrante para ellos, que necesitan conseguir lo que quieren. Lo único importante que logró aprobar el gobierno de Trump sin negociar con la oposición en los dos años en los que tuvo el control del Congreso, en 2017 y 2018, fue el recorte impositivo. Todo lo demás que pasó en esos dos años de control unificado se hizo sobre bases bipartidistas. Ya sea porque los republicanos no se ponían de acuerdo internamente, o porque no tenían los votos para superar el filibuster (la estrategia de obstrucción parlamentaria que usa la oposición para impedir que avance un debate, que solo se puede romper con 60 votos en el Senado). O sea que ni siquiera los partidos con control pleno pueden obtener lo que quieren. Y el gobierno dividido suele ser la regla: que un partido controle una cámara y el rival la otra. Así ha sido el 75% del tiempo desde 1980. Bajo esas condiciones, no puede pasar nada sin negociación. Están forzados a esos matrimonios sin amor que odian. Entonces, los legisladores se enfrentan a la disyuntiva de no hacer nada o negociar. Eso los fuerza a ellos y a los presidentes a acordar, algo que le costó mucho al gobierno de Trump, porque sus partidarios en el Congreso nunca sabían qué estaría dispuesto a firmar.—Es que es muy difícil negociar con alguien que es considerado el enemigo, “el pantano que hay que drenar”.—Pero esas son las circunstancias con las que hay que lidiar. Biden, al ser un veterano de Washington, que estuvo en el Congreso desde los 70, lo sabe muy bien. Así que en su gobierno habrá operadores más experimentados de los que había en el de Trump.—Recién dijo que una de las razones por las que Trump no consiguió la aprobación de muchas leyes es porque no había acuerdo al interior del Partido Republicano. Es curioso, porque uno pensaría que si los partidos se diferencian cada vez más uno de otro, deberían volverse un poco más homogéneos internamente. ¿Por qué cree que no sucede eso?—Estados Unidos es un país muy grande y los legisladores son votados todos por separado, por electorados geográficamente diferentes. Un republicano de Alabama es distinto de uno de Utah. No están totalmente de acuerdo, por más que compartan la etiqueta partidaria. Es cierto que los partidos ya no tienen la profunda división ideológica de antes, especialmente los demócratas, que se dividían entre los conservadores del sur y los liberales del norte. Ya no hay facciones tan claras, pero cuando tienen que acordar una legislación importante, se entrometen las diferencias de opinión. Se vio en los intentos de Trump de repeler el Obamacare. El problema fue que muchos senadores republicanos de estados en los que se había expandido el Medicaid (el seguro de salud público para personas de bajos ingresos) no querían perder ese dinero. Al mismo tiempo, otros estados nunca expandieron el Medicaid, así que no se podían poner de acuerdo. Había diferencias de intereses y de opiniones. Y, por supuesto, ninguno tiene autoridad para despedir a nadie. El Presidente no puede deshacerse de los miembros del Congreso que le disgustan porque ellos tienen sus propias bases de apoyo. Los líderes tienen muy poca capacidad para alinear al partido. ¿Cómo se podría disciplinar a un republicano de Alabama, que está seguro de que no va a perder su banca, a menos de que sea un abusador de menores o algo así (risas)?Los jueces de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos el 30 de noviembre de 2018, antes de la muerte de Ruth Bader Ginsburg y del nombramiento de Amy Coney Barrett en su lugar (REUTERS/Jim Young/File Photo) (Jim Young/)—En uno de sus últimos libros, que editó junto a su colega Nolan McCarty, se hace una pregunta inquietante en relación con esto, que es si puede Estados Unidos gobernarse a sí mismo con este nivel de conflictividad inter e intrapartidaria. ¿De qué manera afecta todo esto a la gestión gubernamental?—Hace que todo sea más difícil, hasta las cosas más sencillas y básicas, como aprobar un presupuesto o nominaciones para cargos del Poder Ejecutivo o los tribunales. El funcionamiento de rutina del gobierno se vuelve más difícil en contextos de polarización. Ni hablar de enfrentar problemas mucho más complejos como el cambio climático o desbalances fiscales de larga data. Más que un problema de políticas extremas, lo que hay es deriva y bloqueo. Eso abre la posibilidad de que haya gobiernos fallidos, que no pueden actuar.—Estados Unidos está ahora ante una paradoja. Al mismo tiempo que en el Congreso no hay mayorías definidas, en la Corte Suprema se acaba de consolidar la mayoría conservadora más clara en un siglo. ¿Qué consecuencias puede tener este contraste en los próximos años?—En otros momentos históricos también pasó que la composición de la Corte estuvo desalineada con la coalición gobernante en el país. Es producto de que los cargos sean vitalicios y de las circunstancias en las que se crean vacantes en un cuerpo tan reducido. Trump fue increíblemente afortunado al poder nombrar a tres jueces. Pero depende de accidentes históricos que alguien tenga la oportunidad de completar las vacantes de la Corte, depende cuánto viven los magistrados o de cuánto deciden permanecer en el puesto. Pero es cierto que quedó desfasada del resto de la política estadounidense, lo cual es potencialmente peligroso. De todos modos, hay muchas investigaciones que muestran que la Corte suele ser sensible a la opinión pública. Así que creo que, por ejemplo, el Obamacare se va a mantener, aunque el tribunal ahora se incline en favor de los conservadores, porque el público lo aceptó y creo que ya ni los republicanos quieren pelear por eso.MÁS SOBRE ESTE TEMA:Especiales AméricaEstados Unidos se prepara para la transición más caótica de su historia: qué consecuencias puede tener para la presidencia de BidenEl misterio de los votantes ocultos: por qué las encuestas volvieron a subestimar el apoyo a Donald TrumpQué puede cambiar y qué no en la relación de Estados Unidos con el mundo con Joe Biden como presidenteQué puede cambiar y qué no en los Estados Unidos con Joe Biden como presidente
EEUU sancionó a empresas chinas y rusas por apoyar el plan nuclear de Irán
El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo (EFEI0499/)El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, anunció este viernes la imposición de sanciones económicas contra cuatro empresas chinas y rusas acusadas de haber apoyado el desarrollo del programa nuclear iraní.“Estados Unidos ha sancionado a cuatro empresas de China y Rusia por apoyar el programa nuclear de Irán”, tuiteó el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo.Las sanciones de Washington son contra dos empresas con sede en China, Chengdu Best New Materials y Zibo Elim Trade, y a otras dos basadas en Rusia, Nilco Group y Joint Stock Company Elecon.Acusadas de “suministrar tecnología y equipos avanzados para el programa de misiles nucleares de Irán”, las compañías enfrentarán restricciones a la ayuda del gobierno estadounidense y sus exportaciones durante dos años, dijo el Departamento de Estado en un comunicado.“Continuaremos utilizando todas las sanciones a nuestra disposición para evitar que Irán aumente su capacidad nuclear”, enfatizó Pompeo.El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retiró en 2018 a su país del acuerdo internacional firmado tres años antes con Irán para evitar que adquiriera armas nucleares, por considerar que era insuficiente.El presidente de EEUU, Donald Trump (Erin Schaff/)Inmediatamente restableció, y luego endureció, todas las sanciones estadounidenses contra la república islámica en nombre de una política de “máxima presión”.Desde entonces, Estados Unidos decidió sancionar a cualquier país o empresa extranjera que no cumpla con sus medidas contra Teherán.Entretanto, Estados Unidos se prepara para liderar una alianza informal que buscará brindar una alternativa a la “Iniciativa de la Franja y la Ruta” de China, informó el miércoles el ministro de Finanzas de Taiwán, quien afirmó que la misma ofrecerá una mayor transparencia a los países que buscan financiamiento para desarrollar su infraestructura.“Taiwán y Estados Unidos están trabajando en un plan para financiar proyectos de infraestructura y energía en Asia y América Latina, utilizando capital del sector privado para garantizar una mayor transparencia”, expresó el miércoles el ministro Su Jain-rong en una entrevista en Taipei. Además, añadió que espera ver que los primeros proyectos comiencen en uno o dos años.El plan, que comenzó con la firma de un acuerdo entre Estados Unidos y Taiwán en el mes de septiembre, tiene como objetivo recaudar fondos a través de bonos destinados a bancos, aseguradoras y otros capitales privados taiwaneses. Es una oportunidad tanto para Washington como para Taipei de contrarrestar la ola de inversiones en infraestructura por parte de China en medio de preocupaciones sobre el compromiso de Beijing con proyectos internacionales y con el empeoramiento de las finanzas entre los países en desarrollo.La “Iniciativa de la Franja y la Ruta” que promueve el gigante asiático, en efecto, depende en gran medida de los préstamos de Beijing a los gobiernos y, por lo general, involucra a empresas estatales chinas. El plan de Taiwán y EEUU, por el contrario, “enfatiza fuertemente la participación del sector privado, al mismo tiempo que destaca que los fondos deben obtenerse a través del mercado, lo que lo hace altamente transparente”, agregó Su.(Con información de AFP)MÁS SOBRE ESTOS TEMAS:Estados Unidos y Taiwán impulsan una alternativa para la “Iniciativa de la Franja y la Ruta” de ChinaMohsen Fakhrizadeh, señalado como cabeza del plan de armas nucleares de Irán, fue ejecutado cerca de Teherán
Los CDC de Estados Unidos definirán el martes quiénes recibirán primero la vacuna contra el COVID-19
FOTO DE ARCHIVO: El director de los CDC, el Dr. Robert Redfield, observa el Capitolio de Washington mientras testifica el 2 de julio de 2020 en una audiencia del Senado de los EEUU sobre la fabricación de una vacuna contra el coronavirus. Graeme Jennings/REUTERS (POOL/)Los principales funcionarios de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) votarán el próximo martes para definir quiénes serán las primeras personas en recibir la vacuna contra el COVID-19 una vez que las primeras candidatas obtengan la autorización de emergencia de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA).La fecha de la reunión de emergencia se desprende de un documento obtenido por la cadena CNN. Los miembros del comité discutirán quiénes deben estar en el primer grupo y las consideraciones clínicas para respaldar la elección. El borrador de las recomendaciones indica que los trabajadores de la salud deberían ser los primeros en recibir la vacuna. Otros posibles elegidos serían aquellas personas con mayor probabilidad de contraer, propagar y desarrollar una enfermedad grave a causa del virus, como los residentes de asilos de ancianos y el personal que cuida de ellos.El documento señala que los asesores también discutirán cómo monitorear la seguridad después de la asignación de la vacuna.El jueves, el número de personas hospitalizadas en los Estados Unidos por la enfermedad de COVID-19 superó las 90.000 por primera vez, mientras la pandemia acecha sobre las celebraciones del Día de Acción de Gracias y el Viernes Negro.Los CDC pidieron a los estadounidenses quedarse en sus casas para ayudar a detener la propagación del virus. A pesar de eso, se estima que unas 50 millones de personas viajarían por el feriado de Acción de Gracias, según una encuesta de la Asociación Automovilística Estadounidense (AAA en inglés) realizada antes de la última advertencia de los CDC.Según los especialistas, la vacunación en una gran parte de la población de EEUU será fundamental para establecer la inmunidad nacional al COVID-19 y frenar la propagación del patógeno. Para alcanzar esto, es necesario establecer la inmunidad colectiva, pero es probable que la mayoría de los estadounidenses deban volver a vacunarse en los próximos años.Imagen de archivo. Una mujer sostiene una pequeña botella con una etiqueta de “Vacuna contra COVID-19” y una jeringa médica frente al logotipo de Pfizer que se muestra en esta ilustración tomada el 30 de octubre de 2020. REUTERS / Dado Ruvic (DADO RUVIC/)Las etapas de la distribución de la vacuna en EEUUDespués de que la alianza entre la compañía estadounidense Pfizer y la alemana BioNTech anunciara el viernes pasado la solicitud de aprobación de su vacuna contra el COVID-19 en Estados Unidos, éstos son los próximos pasos en su camino hacia la comercialización.La evaluación: La FDA va a evaluar los resultados del ensayo clínico en el que Pfizer/BioNTech basa su solicitud, centrándose en las dos cuestiones centrales: la eficacia de la vacuna, del 95%, según ambas compañías, y su inocuidad, confirmada por dos meses de seguimiento tras la segunda dosis para la mitad de los participantes.El director de la FDA, Stephen Hahn, se comprometió a convocar una reunión pública del comité consultivo de la agencia. Ese grupo se compone de expertos en enfermedades infecciosas y pediátricas, de bioestadísticos y representantes de los consumidores y de la industria. La decisión de autorizar o no la vacuna será tomada por los científicos de la FDA.Una posible autorización en diciembre: La FDA concederá probablemente lo que llama “una autorización de uso de emergencia” a partir de la primera quincena de diciembre, según Moncef Slaoui, encargado científico de la operación “Warp Speed”, impulsada por el presidente Donald Trump para vacunar a los estadounidenses. Es una autorización condicional, en el marco de la emergencia sanitaria, y que restringirá seguramente el uso de la vacuna a determinados grupos de la población. Los niños no formarán parte de ellos, ya que Pfizer aún no ha probado la vacuna a gran escala en menores de 18 años.Otro organismo, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), tendrá que determinar el orden de prioridad para la vacunación.Distribución a finales de diciembre: Las dosis de la vacuna de Pfizer y BioNtech están listas para ser enviadas “horas” después de la autorización, indicaron las compañías, que prevén poder empezar la distribución en la segunda quincena de diciembre. Saldrán de la fábrica estadounidense de Kalamazoo (Michigan) y de la belga de Puurs.La vacuna debe ser transportada a -70 ºC, una temperatura extrema inferior a la de los congeladores normales. Pfizer enviará sus dosis a los centros de vacunación en cajas llenas de hielo seco que mantendrán esa temperatura durante 15 días.Con información de AFPSeguir leyendo:Advierten que cerca de 60.000 estadounidenses podrían morir de covid-19 en las próximas tres semanasEstados Unidos tiene más de 90 mil personas hospitalizadas por coronavirus, la mayor cantidad durante la pandemia
Advierten que cerca de 60.000 estadounidenses podrían morir de covid-19 en las próximas tres semanas
Viajeros con máscaras protectoras para prevenir la propagación del COVID-19 en el aeropuerto de Denver, Colorado, el 24 de noviembre de 2020. (REUTERS/Kevin Mohatt) (KEVIN MOHATT/)Si bien los tratamientos para el coronavirus han mejorado considerablemente, y todo parece indicar que la vacuna está a la vuelta de la esquina, los números en cuanto a la pandemia no son alentadores en Estados Unidos. Los Centros para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) hizo el terrible pronóstico de que 60.000 personas podrían fallecer en las próximas tres semanas basándose en los números de los últimos 7 días. Esto se sumaría a las 263 mil ya fallecidas en lo que va de la pandemia.El jueves, en el Día de Acción de Gracias, se cumplieron 24 jornadas consecutivas con más de 100.000 nuevos casos cada 24 horas. Por 17 días consecutivos, las hospitalizaciones fueron en ascenso, marcando el récord ayer de 90.400 personas en hospitales, y 1.200 muertes en un día. Nada indicaría que en el corto plazo la tendencia fuera a cambiar.El cálculo es que las muertes pudieran triplicarse en los próximos días, debido al alto número de personas hospitalizadas que terminan en terapias intensivas. Estadísticamente, al aumentar este índice la consecuencia es que en las próximas dos semanas aumenta la mortalidad. Si, como espera el CDC, en los próximos 20 días la mortalidad diaria en el país asciende a 4.000 por día, se estaría llegando al temible número de 60.000 fallecimientos en tres semanas.Los médicos además esperan un alza en los contagios que se traduciría en más hospitalizaciones, y en última instancia, más fallecimientos después de la celebración del Día de Acción de Gracias. Los CDC pidieron la última semana que, de ser posible, los estadounidenses eviten viajar para esta fecha –que suele ser la de mayor tránsito en el año-, y que las reuniones se reduzcan al ámbito de quienes comparten hogar. Un conductor camina por la Grand Central Terminal el día antes del Día de Acción de Gracias, Nueva York, EEUU, 25 noviembre 2020 (REUTERS/Carlo Allegri) (CARLO ALLEGRI/)Pero la realidad es que el miércoles previo a la festividad 1.070.967 personas se subieron a un avión, marcando el récord de viajeros desde marzo. Según el cálculo de la Asociación Automovilística Estadounidense en este período de celebración, 50 millones de estadounidenses viajaron por tierra y aire, comparado con 55 millones que lo hicieron el año pasado para esta misma fecha. La diferencia no es tan grande.Posible solución al problemaAunque la vacuna está muy pronta a ser aprobada, los efectos de una vacunación masiva no se verán por meses. Sin embargo, la comunidad médica insiste en que hay maneras de controlar el contagio.Las medidas más efectivas siguen siendo las que se vienen recomendando desde el comienzo: usar máscaras tapa bocas, mantener la distancia social y lavarse frecuentemente las manos. El Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington proyecta que en dos meses se pueden salvar 40.000 vidas si el 95 por ciento de los estadounidenses utilizara máscaras tapabocas.Las recomendaciones incluyen, además, una sugerencia los gobiernos locales de que se hagan eco de estos pedidos. En el último mes son más los estados y municipalidades que han pasado normas de utilización de máscaras y restricciones para la utilización de espacios cerrados. Pasadas las elecciones, el tema de las restricciones y recomendaciones para el COVID-19 ha pasado a ser menos partidario. Gobernadores de ambos partidos se han unido en los últimos días para anunciar medidas similares que incluyen la prohibición de operar en restaurantes y bares bajo techo y exigir el uso de máscaras en todo momento.Seguir leyendo:¿Trump 2024? El presidente de EEUU es el favorito entre los republicanos para las próximas eleccionesEl aeropuerto de Miami podría ser clave para la distribución de la vacuna contra el coronavirus en LatinoaméricaEstados Unidos tiene más de 90 mil personas hospitalizadas por coronavirus, la mayor cantidad durante la pandemia
Una corte federal de los Estados Unidos rechazó la demanda por fraude de la campaña de Donald Trump contra Pensilvania
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Foto: REUTERS/Erin Scott (ERIN SCOTT/)Una corte federal de apelaciones de los Estados Unidos rechazó este viernes una demanda presentada por la campaña del presidente Donald Trump contra el estado de Pensilvania por presunto fraude durante las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, en las que se impuso el demócrata Joe Biden.Biden obtuvo poco más de 80 millones de votos y 306 electores en en el proceso electoral y se convirtió en el presidente electo, contra los casi 74 millones y 232 electores de Trump, que buscaba la reelección. Ambos esperan ahora la votación del colegio electoral que tendrá lugar el 14 de diciembre que ratificará la victoria de Biden.Pero desde entonces la Casa Blanca ha desconocido el resultado alegando un “gigantesco fraude” presuntamente cometido en los estados donde la diferencia de votos fue más acotada, entre ellos Pensilvania. Hasta el momento la administración Trump no ha presentado evidencias del presunto fraude y todas las demandas judiciales han sido rechazadas por falta de mérito.Esa misma expresión fue usada por los miembros de la corte a la hora de justificar su fallo, que confirmó la decisión de un magistrado de primera instancia una semana atrás. La demanda buscaba bloquear la certificación de los resultados por parte de las autoridades estatales, un paso necesario para que luego los “electores” de cada territorio voten formalmente por Biden el 14 de diciembre, oficializando de esa manera su victoria. Otros estados clave donde el equipo legal de Trump no logró evitar la certificación de los resultados son Georgia, Nevada y Michigan, que lo hicieron durante la última semana. Wisconsin es el otro territorio que aún no lo ha hecho y donde los abogados del republicano han presentado demandas para intentar que no suceda. El fallo de 21 páginas resalta que si bien Rudy Giuliani, abogado personal de Trump y de sus esfuerzos para socavar el resultado, ha alegado en público que se ha cometido fraude, no hace lo mismo en los juzgados, donde está bajo juramento. El abogado de Donald Trump, Rudy Giuliani. Foto: REUTERS/Jonathan Ernst (JONATHAN ERNST/)“Calificar a una elección de injusta no significa que ese sea el caso. Para presentar cargos se necesitan acusaciones y evidencias concretas. Aquí no hay ninguna de las dos”, expresa un párrafo de la sentencia. Según consignó CNBC, los denunciantes no dijeron que se había cometido fraude, sino que las boletas enviadas por correo habían sido manejadas de manera distinta si provenían de condados con tendencia demócrata que con aquellos de tendencia republicana. También se quejaron de que algunos observadores no habían podido presenciar el conteo como querían. En base a esos argumentos, buscaban que se invalidara la validez de millones de boletas. Jenna Ellis, otra miembro del equipo legal de Trump, dijo que el fallo implicaba que “la maquinaria judicial partidaria en Pensilvania continúa cubriendo las acusaciones de fraude masivo”. “¡hacia la Corte Suprema!”, agregó en una publicación en su cuenta de Twitter. Biden ganó los 20 votos electorales de Pensilvania por una diferencia superior a las 80.000 boletas. Los primeros resultados mostraron una ventaja para Trump, considerando que se contaron primero los votos de aquellos que los emitieron de manera presencial. A medida que los votos por correo -abrumadoramente demócratas- comenzaron a aparecer en los resultados, la tendencia cambió hasta dar como ganador al actual presidente electo. Más sobre este tema: Donald Trump aseguró que si el colegio electoral vota por Joe Biden “será un gran error” pero aceptará la decisiónDonald Trump habilitó la transición presidencial con Joe Biden
Estados Unidos tiene más de 90 mil personas hospitalizadas por coronavirus, la mayor cantidad durante la pandemia
Un hospital en Hutchinson, Kansas, Estados Unidos. REUTERS/Callaghan O’Hare (CALLAGHAN O’HARE/)El número de personas hospitalizadas en los Estados Unidos por la enfermedad de COVID-19 superó las 90.000 por primera vez, mientras la pandemia acecha sobre las celebraciones del Día de Acción de Gracias y el Viernes Negro.EE.UU. informó más de 110.000 nuevos casos de coronavirus el jueves pasado, muy por debajo de los totales de los últimos días, según datos compilados por la Universidad Johns Hopkins. Los días festivos y los fines de semana a menudo tienen un impacto en la notificación de casos y muertes. Dado que el Día de Acción de Gracias cae el jueves, los datos también podrían verse afectados el viernes y durante todo el fin de semana, con números potencialmente cayendo y luego aumentando, a medida que las pruebas y los informes disminuyen y luego se recuperan al día en los días siguientes, según el COVID Tracking Project (Proyecto de Seguimiento de COVID).Aun así, varios estados informaron cifras récord de nuevas infecciones el Día de Acción de Gracias. Pensilvania, Massachusetts y Arkansas reportaron máximos de casos nuevos. Ohio registró su segunda cifra diaria más alta desde que comenzó la pandemia, y Nueva York comunicó su máximo diario desde el 25 de abril.Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) advirtieron que las personas deberían quedarse en sus casas para ayudar a detener la propagación del COVID-19. A pesar de eso, se estimaba que unas 50 millones de personas hicieran viajes por el feriado de Acción de Gracias, según una encuesta de la Asociación Automovilística Estadounidense (AAA en inglés) realizada antes de la última advertencia de los CDC.Hospital en Lakin, Kansas, Estados Unidos. REUTERS/Callaghan O’Hare (CALLAGHAN O’HARE/)Las hospitalizaciones en todo el país aumentaron a 90.481, récord por decimoséptimo día consecutivo, según el Proyecto de Seguimiento de COVID. El número de personas en unidades de cuidados intensivos el pasado jueves por el COVID-19 también aumentó a un máximo histórico de 17.802.Se reportaron más de 1.200 muertes en los EEUU en la jornada de ayer, lo que elevó el número total de fallecimientos en el país a más de 263.000.Con respecto a las vacunas contra el coronavirus en desarrollo. COVID Collaborative, Langer Research, UnidosUS y NAACP, realizaron una encuesta sobre actitudes e impactos de la vacilación y resistencia a la vacuna COVID-19 en las comunidades afroamericanas y latinas. El informe resume estos hallazgos y destaca las áreas clave de enfoque para los formuladores de políticas, los profesionales de la salud y otras personas que trabajan para aumentar la aceptación de la vacuna.Según lo investigado, menos de la mitad de las personas afroamericanas y el 66% de los latinos dijeron que definitivamente o probablemente se la aplicarían. A su vez, el 14% de la comunidad afroamericana confía en que una vacuna será segura y el 18% dice que será eficaz para protegerlos del coronavirus. Entre los latinos, el 34% confía en su seguridad y el 40% confía en su eficacia. EFE/Luis Tejido/Archivo
(EFEI0499/)Esta encuesta se realizó durante el mes de septiembre, antes de que se supieran los resultados que demostraron que las vacunas experimentales en Fase III habían alcanzado altos niveles de protección contra el coronavirus, arrojando estas más del 90% de seguridad ante el COVID-19.Según los especialistas, la vacunación en una gran parte de la población de EEUU será fundamental para establecer la inmunidad nacional al nuevo coronavirus y frenar la propagación del patógeno. Para alcanzar esto, es necesario establecer la inmunidad colectiva, pero es probable que la mayoría de los estadounidenses deban vacunarse en los próximos años.MÁS SOBRE ESTE TEMA:La historia del Black Friday en EEUU, la gran tradición de compras que se mantiene aun en el año del coronavirusUn informe concluyó que las comunidades latinas y afroamericanas en Estados Unidos no tienen gran confianza en la vacunaAlemania marcó un nuevo récord diario con 426 muertes por COVID-19
Kim Jong-un ordenó ejecutar a dos personas, prohibió la pesca y puso a Pyongyang en cuarentena total por el coronavirus
El dictador norcoreano Kim Jong-un en las puertas del Hospital General de Pyongyang, que está en construcción (Reuters) (KCNA/)El dictador norcoreano, Kim Jong-un, ordenó la ejecución de al menos dos personas, prohibió la pesca en el mar y bloqueó la capital, Pyongyang, como parte de los frenéticos esfuerzos para proteger al país contra el coronavirus y su daño económico, dijo la agencia de espionaje de Corea del Sur a los legisladores el viernes.Además, de acuerdo al servicio de inteligencia de Seúl, el régimen de Kim también ordenó a los diplomáticos en el extranjero que se abstengan de cualquier acto que pueda provocar a los Estados Unidos porque está preocupado por el nuevo enfoque esperado del presidente electo Joe Biden hacia Corea del Norte, dijeron los legisladores a los periodistas después de asistir a una sesión informativa privada del Servicio Nacional de Inteligencia.Uno de los legisladores, Ha Tae-keung, citó al Servicio de Inteligencia Nacional (NIS, por sus siglas en inglés) diciendo que Kim está mostrando una “ira excesiva” y tomando “medidas irracionales” por la pandemia y su impacto económico.Ha señaló que el NIS dijo a los legisladores que Corea del Norte ejecutó a un cambiador de dinero de alto perfil en Pyongyang el mes pasado después de responsabilizar a la persona por la caída del tipo de cambio y que el régimen también había ordenado matar a un funcionario clave en agosto por violar las regulaciones gubernamentales que restringen los productos traídos del extranjero. Las dos personas no fueron identificadas por su nombre.Corea del Norte también ha prohibido la pesca y la producción de sal en el mar para evitar que el agua de mar se infecte con el virus, dijo el NIS a los legisladores.Kim Jong-un recientemente colocó a Pyongyang y la provincia norteña de Jagang bajo bloqueo absoluto debido a preocupaciones por el virus. A principios de este mes, impuso medidas de cierre en otras áreas donde los funcionarios encontraron bienes no autorizados y monedas extranjeras que fueron traídas, citó al NIS. Corea del Norte también hizo un intento fallido de piratería informática en al menos una compañía farmacéutica surcoreana que estaba tratando de desarrollar una vacuna contra el coronavirus.Corea del Norte ha sostenido que no ha encontrado un solo caso de coronavirus en su territorio, una afirmación disputada por expertos externos, aunque dice que está haciendo todo lo posible para evitar la propagación del virus. Un brote importante podría tener consecuencias nefastas porque el sistema de atención médica del Norte sigue paralizado y sufre una falta crónica de suministros médicos.La pandemia obligó a la brutal dictadura a sellar su frontera con China, su mayor socio comercial y benefactor de la ayuda, en enero. El cierre, junto con una serie de desastres naturales durante el verano, asestó un duro golpe a su economía, que ha estado bajo severas sanciones lideradas por Estados Unidos.El comercio de Corea del Norte con China en los primeros 10 meses de este año ascendió a 530 millones de dólares, alrededor del 25% de la cifra correspondiente el año pasado. El precio del azúcar y los condimentos se ha disparado cuatro veces, citó Ha al NIS.Sonriente, el dictador Kim Jong-un inspecciona un sitio de recuperación de daños afectado por fuertes lluvias y vientos causados por tifones recientes, en el distrito de Geomdeok, provincia de Hamgyong del Sur (Reuters) (KCNA/)Los grupos de monitoreo del país del norte en Seúl dijeron que el tipo de cambio entre el won y el dólar de ha caído significativamente recientemente porque la gente encontró pocos lugares para usar moneda extranjera después de que el contrabando fue cortado en gran medida tras el cierre de la frontera con China. Según el informe de NIS, Corea del Norte ordenó a las misiones diplomáticas en el extranjero que no provoquen a Estados Unidos, advirtiendo a sus embajadores de las consecuencias si sus comentarios o actos se relacionan con Washington lo que podría causar problemas en los lazos con Washington.El régimen de Kim Jong-un ha guardado silencio sobre la victoria electoral de Biden sobre el presidente Donald Trump, con quien el dictador celebró tres cumbres en 2018-19 sobre el arsenal nuclear de su país. Si bien la diplomacia finalmente se estancó, las reuniones ayudaron a Kim y Trump a construir lazos personales y a detener los crudos insultos y amenazas de destrucción que habían intercambiado anteriormente.El legislador Kim Byung-kee citó al NIS diciendo que Corea del Norte está mostrando ansiedad a medida que sus lazos amistosos con Trump se vuelven inútiles y tiene que comenzar desde cero para tratar con la administración entrante de Biden.Los expertos han estado debatiendo si Corea del Norte reanudará pronto las principales pruebas de misiles para tratar de llamar la atención de Biden. Durante cambios de gobierno norteamericanos pasados, Pyongyang a menudo realizó grandes lanzamientos de armas en un intento de aumentar su influencia en las negociaciones con la nueva administración.Kim Jong-un inspecciona el área dañada por el tifón en la provincia de Hwanghae del Sur, Corea del Norte. El país atraviesa una severa crisis humanitaria y económica (Reuters) (KCNA/)El NIS espera que Corea del Norte celebre un desfile militar antes del congreso del partido gobernante en enero en una demostración de fuerza sincronizada con la toma de posesión de Biden. Es probable que también utilice el Congreso del Partido de los Trabajadores para exponer sus políticas básicas hacia Estados Unidos, dijo Kim Byung-kee citando al NIS.Kim Jong-un ha dicho que el congreso, el primero de su tipo en cuatro años, establecerá nuevos objetivos estatales para los próximos cinco años. En una admisión muy inusual del fracaso de su política en agosto, el Partido de los Trabajadores dijo que la economía de Corea del Norte no había mejorado debido a las severas barreras internas y externas y que sus anteriores objetivos de desarrollo se habían retrasado seriamente.Campos de cuarentenaEl régimen de Corea del Norte está confinando a sus habitantes que contrajeron el nuevo coronavirus en “campos de cuarentena”, donde no les provee ningún tipo de cuidado ni alimento y los deja morir. Así lo afirmó en un informe la ONG Helping Hands Korea, con sede en Seúl y dirigido por el activista cristiano Tim Peters.Las instalaciones, indica el documento, se han construido especialmente para albergar a pacientes en ciudades cercanas a la frontera con China. Quienes están aislados en los campos no están recibiendo la ayuda médica adecuada y se los deja morir de hambre.Kim Jong-un ha sostenido reiteradamente que Corea del Norte no se ha visto afectada por la pandemia, algo difícil comprobar por el secretísimo y hermetismo con el que se maneja el dictador.En una entrevista con el South China Morning Post (SCMP), Peters dijo que estaba “alarmado” la situación. Añadió que depende de las familias de los ciudadanos en cuarentena ir al borde de los campamentos y llevarles comida para mantenerlos con vida junto con cualquier otra ayuda relacionada con la salud que puedan reunir. Esto incluye medicinas “vendidas en el mercado negro local conocido como jangmadang”, o incluso remedios caseros a base de hierbas recolectados en las laderas de las montañas.(Con información de AP y medios asiáticos).-MÁS SOBRE ESTE TEMA:Un informe aseguró que Corea del Norte atraviesa el peor momento de su crisis humanitariaCorea del Norte confina a sus enfermos de COVID-19 en “campos de cuarentena” y los deja morir
Donald Trump aseguró que si el colegio electoral vota por Joe Biden “será un gran error” pero aceptará la decisión
Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, durante la conferencia de prensa (REUTERS/Erin Scott) (ERIN SCOTT/)El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, volvió a insistir este jueves con el supuesto “gigantesco fraude” en las elecciones del 3 noviembre en las que se impuso su rival, el demócrata Joe Biden, y aseguró que si el colegio electoral certifica este resultado “será un gran error” aunque aceptará la decisión. Además anunció su participación el sábado 5 de diciembre en un mitin político en el estado de Georgia, en el que aún debe definirse la elección de senadores.Durante una videoconferencia realizada con miembros de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos destacadas en el extranjero y con motivo del Día de Acción de Gracias, Trump aceptó responder las preguntas de la prensa por primera vez desde las elecciones presidenciales, cuyos resultados, que se conocieron semanas después debido a la dificultad en el conteo de numerosas boletas enviadas por correo, el republicano aún no reconoce.“Estos aún no ha terminado. La elección fue un gigantesco fraude, estuvo amañada”, expresó, para agregar luego que si el colegio electoral elige a Joe Biden como presidente (el acto tendrá lugar el 14 de diciembre), “será un gran error”.El presidente obtuvo casi 74 millones de votos contra los más de 80 millones de Biden, y logró 232 electores contra los 306 de su rival, pero sostiene que estos resultados se debieron a un fraude generalizado, aunque hasta el momento no ha presentado evidencias, y anunció este jueves que viajará el sábado 5 de diciembre a Georgia para participar de un mitin de campaña para la segunda vuelta en las elecciones a senadores por ese estado.Trump mantuvo un encuentro con miembros de las Fuerzas Armadas con motivo del Día de Acción de Gracias (REUTERS/Erin Scott) (ERIN SCOTT/)Georgia fue uno de los distritos más peleados en las elecciones y allí Biden se impuso por escaso margen. En la competencia por los escaños en la cámara alta, sin embargo, ningún candidato superó el margen necesario y por esta razón se llevará a cabo una segunda vuelta que definirá la composición del Senado.Trump consideró “incorrecto” que Biden haya comenzado a elegir a los miembros de su futuro gabinete y aseguró que aún podría ganar las elecciones, en referencia a su muy publicitada estrategia de acudir a la Suprema Corte para impugnar el resultado.“Estas elecciones aún no han terminado. Iré el sábado por la noche a Georgia y tendremos una muchedumbre. Estamos buscando el lugar correcto, querríamos hacerlo en un estadio pero no podemos por el COVID-19, así que buscaremos un espacio a cielo abierto, probablemente un aeropuerto”, dijo Trump.En la imagen el mandatario electo de Estados Unidos, Joe Biden (EFE/Etienne Laurent)
(ETIENNE LAURENT/)Consultado por la prensa sobre si abandonará la Casa Blanca en caso de que Biden sea elegido presidente por el colegio electoral el 14 de diciembre (apenas una formalidad, considerando los 306 electores con los que cuenta el demócrata) y juramentado el 20 de enero de 2021, dijo que “ciertamente lo haré, y ustedes lo saben”. Se trata de la primera vez desde el inicio del proceso electoral en que el republicano acepta la posibilidad de dejar el poder.En tanto cuando se le preguntó si iría a la ceremonia de juramento de su rival, indicó que sabía la respuesta pero que no iba a compartirla.Visiblemente enfurecido, Trump calificó además de “enemigos del estado” a las autoridades electorales en los estados de Pensilvania y Georgia, donde el republicano perdió la elección por escaso margen.La conferencia de prensa tuvo lugar dos días después de que el mismo Trump habilitara a su administración a comenzar la transición presidencial con el equipo de Joe Biden, una decisión que fue vista como el primer paso hacia la concesión de su derrota. Pero el republicano luego redobló la apuesta y aseguró que aún seguiría intentando impugnar el resultado.Con información de APSeguir leyendo:Trump volvió a decir que tiene “todas las pruebas” del supuesto fraude y pidió a los republicanos “revertir las elecciones”La Justicia de EEUU retiró los cargos criminales contra Michael Flynn, ex asesor de seguridad nacional de Donald TrumpTrump dice entregas de vacunas para coronavirus comenzarán la próxima semana