(Infobae)Desde Doral, Florida (EEUU) – La calificación de líder del ala dura no es una exageración. Ernesto Ackerman, figura del exilio venezolano en Estados Unidos, cree que su país es un narcoestado que alberga a “toda la basura del mundo”. ¿La solución que propone? Que Donald Trump impulse una invasión de la que se encarguen países como Brasil, Colombia o Chile.
Ackerman, un veterano empresario médico que se instaló en Miami un mes y medio después del “Caracazo” de 1989, habla a través de zoom y con barbijo desde un hospital. Tiene internada a su madre, de 97 años y superviviente del campo de concentración de Auschwitz. Ella vive normalmente en Caracas, pero voló a Miami para celebrar su cumpleaños en febrero y la pandemia hizo que se quedara en la Florida. Su hijo es un “magazolano” que viene insistiendo al presidente de los Estados Unidos en que la invasión es la única solución.
“Maga es el acrónimo de ‘Make America Great Again’ (el slogan de la campaña presidencial de Trump en 2016), y es lo que ha hecho el presidente, por lo tanto para mí es un orgullo que me llamen ‘magazolano’”, dice Ackerman durante una entrevista con Infobae. En tiempos normales, la conversación hubiera tenido lugar en la ciudad de Doral, en las afueras de Miami. Probablemente en un local llamado “El Arepazo”, que además de arepas tiene una estatua de Simón Bolívar en el estacionamiento. Ackerman quiere “liberar a su país del comunismo” y dice que hay que hacerlo de manera que Venezuela “no se convierta en Siria o Vietnam”.
– ¿Cuáles son las diferencias entre el exilio cubano y el venezolano, si es que sigue habiéndolas?
– No hay muchas diferencias. Muchos de los venezolanos, hasta hace poco, tenían la idea de que iban a volver a Venezuela, por eso no se convertían en ciudadanos americanos. Nosotros, una de las labores que tenemos en nuestra fundación es la de convertir en ciudadanos a los exiliados venezolanos para que tengan una fuerza electoral y podamos influir en este país. Ya hemos hecho tres caravanas a Washington DC: por las sanciones, por una intervención humanitaria y la tercera para reforzar al senador Marco Rubio por su propuesta de sanciones a Venezuela.
– ¿En qué están mejor posicionados los cubanos que los venezolanos?
– Los cubanos, a diferencia de nosotros, tuvieron al llegar la visión, que nosotros no hemos podido lograr, de ubicarse en puestos de elección gubernamentales. Ellos tienen legisladores en la Cámara de Representantes, tienen senadores, todo eso. Nosotros no lo hemos logrado. Tenemos una división tan fundamental que nosotros somos los primeros en combatirnos. Llegamos a tener un alcalde y los propios venezolanos fueron los que lo sacaron. Por eso yo digo que nosotros los venezolanos ni siquiera podemos tener un conserje de edificio.
– Es en cierto modo la misma división que afecta a la oposición en Venezuela…
– Es la misma división, igual. Pero es grave, porque nosotros podríamos hacer mucho más. Fíjate tú que cuando la pelea por las sanciones, que el gobierno del presidente Obama no quería aprobar, nosotros como comunidad nos movilizamos y pusimos 2.500 personas ante el Congreso para que se aprobara la ley, lo que hizo que los demócratas no aparecieran, solo uno. Por eso fue que se aprobó la ley de sanciones, por la presión que hicimos. En la unión está la fuerza.
– ¿Qué hizo el presidente Obama por Venezuela?
– Los ocho años de Obama fueron de silencio total. Ellos no quieren ningún tipo de intervención humanitaria en Venezuela, ellos quieren seguir con las mesas de negociaciones, que el presidente vaya allá a estadios a que le hagan la ola, como sucedió con el presidente Obama en Cuba. Y este candidato, Biden, ya dijo que iba a renovar las relaciones que el presidente Obama tenía con Cuba. Si Cuba tiene invadida Venezuela eso sería dramático para nosotros. Creemos que el presidente Trump, en un segundo período haría mucho más de lo que pudiéramos lograr con el vicepresidente Joe Biden.
– Esto se engloba en lo que se ha dado en llamar los “magazolanos”…
– Bueno, a mí no me insulta, es una gran estupidez la de ponerle sobrenombres a la gente. No me insulta en lo más mínimo. Maga significa “Make America Great Again”, y es lo que ha hecho el presidente Trump, por lo tanto para mí es un orgullo que me llamen “magazolano”.
Ackerman con Trump- No sé si es un insulto, pero es muy descriptivo.
– No, lo hacen en forma despectiva los mismos venezolanos. Por estar apoyando al presidente Trump.
– Si no ganara Trump y ganase Biden, ¿usted tiene lazos o vínculos como para influir en la Casa Blanca?
– No, ninguno. La política de ellos será la de mesas de negociaciones y supuestas elecciones libres. Volveríamos a lo mismo, darle fuerza a la dictadura de Maduro en Venezuela y darle tiempo para que siga destruyendo el país. El vicepresidente Joe Biden y la senadora Harris ya dijeron que están de acuerdo en restituir las relaciones con Cuba.
– Cuando usted habla de intervención humanitaria en Venezuela está refiriéndose a una intervención militar, ¿o no?
– Yo quiero ser muy claro en eso. No estoy pidiendo que los marines americanos vayan a Venezuela. No, esto es un problema de toda la región. De Brasil, de Colombia, de Perú, de Chile… Toda la región tiene que formar algo que se llame fuerza de paz o cascos azules, el nombre que le quieran poner a eso. Lo que hace falta es una intervención de los países de la región, que es la que está sufriendo esta calamidad.
– ¿Usted quiere “cascos azules” latinoamericanos que se asienten en Venezuela?
– Que se asiente en Venezuela no: que desplace a estos asesinos que tenemos secuestrando a Venezuela. Es una fuerza que retire a Maduro y los suyos de seguir teniendo el control en Venezuela. Yo quiero que Venezuela siga siendo un país libre y democrático. Lo que estoy diciendo es lo que dijo el presidente Guaidó: una eliminación de la usurpación del gobierno y después elecciones libres.
– Precisamente, ¿qué opina del presidente Guaidó? No ha logrado sus objetivos. ¿Usted haría las cosas de otra manera?
– Le ha tocado una situación sumamente difícil. Hay que entender que en Venezuela está el Hezbollah, está China, está Rusia, están las FARC. Toda la basura del mundo está metida en Venezuela en estos momentos. No es una situación fácil ni para el presidente Trump ni para el presidente Juan Guaidó. Nosotros no podemos llegar allá y convertir a Venezuela en un Vietnam o una Siria. Matar a 400.000 personas y que el dictador siga en el gobierno. Esto tiene que ser una operación quirúrgica para sacar a estos tiranos de Venezuela.
– Para ese tipo de operación puede contar en teoría por afinidad ideológica, con Brasil, Chile y Colombia. ¿Está pensando en eso?
– Estás en lo correcto, también están los países de Centroamérica. Y hay 60 países que han reconocido al presidente Guaidó, estos también pueden formar parte de esta fuerza. Los más afectados son los países que son vecinos a Venezuela, que están recibiendo a estos cinco millones de exiliados que convierten a sus países en centros de calamidad por la situación de salud y educación, con mendigos en las calles que afectan a sus países.
– Usted conoce al presidente Trump, ha estado varias veces con él. ¿Él sostiene esta idea?
– Lo que ellos han dicho siempre es que cualquier opción está sobre la mesa. Nunca me ha dicho que efectivamente la opción militar esté o no. No me ha dicho ni que sí ni que no. He estado con el secretario de Estado Mike Pompeo, con el embajador Abrams. No he escuchado hablar de ninguna intervención militar, pero sí de que quieren sacar a Maduro del poder. Cómo lo harán, es algo que no sé.
– ¿Usted le ha hecho saber esta propuesta a Trump?
– Sí, claro que sí. En la última reunión que tuvimos acá en Doral participé en una mesa redonda con Trump y le dije que él debería usar su liderazgo en la región para conformar esa fuerza de paz que saque a los narcoterroristas del poder.
– ¿Y qué le dijo el presidente Trump?
– No fue una conversación, no hubo un intercambio. Yo hice mi exposición, como otros, y él la suya. Yo ya vi al presidente Trump tres veces y él está bien al tanto de mi propuesta de una fuerza de paz en la región.
– ¿Cuántos venezolanos están en condiciones de votar?
– La última referencia cierta es el censo de 2010, que hablaba de 178.000 ciudadanos venezolano-americanos en condiciones de votar en todo el país. Para 2020 calculo que serán 350.000… Hay venezolanos en todas partes. Nosotros debemos influir al menos en diez votos. Yo en casa influyo en 14 votos, pero tomemos un promedio de diez: eso habla de tres millones y medio de votantes, esa es una cifra muy importante, y creo que la están tomando en cuenta el presidente Trump y su comando “Latinos por Trump”.
– Se ha escrito en un libro de reciente publicación que Trump tiene cierta admiración por Maduro, por su fuerza y resistencia. ¿Le consta esto?
– No, lo único que realmente Trump dijo fue que si se sentaba a hablar con Maduro era para hablar de la hora y la fecha en que dejaría el poder. Y eso lo han tergiversado para decir que admira a Maduro. No existe tal cosa, y es algo bien absurdo. Al presidente Trump lo juzgan por su personalidad y por la manera en que actúa. Quitándome el sombrero venezolano y poniéndome el americano creo que nosotros tenemos que juzgar al presidente Trump por lo que ha hecho en el país. La economía, el empleo para los latinos y los afroamericanos. Eso es lo que tenemos que evaluar.
– Hay gente que dice que Biden es un socialista, en el sentido estadounidense de la palabra. ¿Coincide con eso o le parece una exageración?
– No, yo estoy muy de acuerdo con eso. Una persona que quiere retomar relaciones con un país supercomunista como lo es Cuba, una persona que quiere salud libre para todos, incluyendo a los inmigrantes ilegales, una persona que quiere educación gratis para todos el mundo… Esas son políticas de los socialistas, que ofrecen mucho para que la gente vote por ellos. Una vez que están en el poder es imposible dar educación y salud gratis para todos los habitantes del país. Es irrealizable. Si esto sucede tendrían que subirnos los impuestos como en Europa, al 50 o 60 por ciento. Eso es socialismo en su mejor forma.
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