Michelle Obama atacó el lunes al presidente Donald Trump por arrancar a los niños migrantes de sus padres y arrojarlos en jaulas, recogiendo un punto frecuente y distorsionado ampliamente difundido por los demócratas.
Tiene razón en que la política ahora suspendida de Trump en la frontera entre Estados Unidos y México separó a miles de niños de sus familias de una manera que no se había hecho antes. Pero lo que no dijo es que las mismas “jaulas” fueron construidas y utilizadas en la administración de su esposo, con el mismo propósito de mantener temporalmente a los niños migrantes.