Las ahora fungen como una cápsula del tiempo (Foto: REUTERS/Kevin Coombs) (Kevin Coombs/)Los empleados de diferentes partes del mundo han regresado a trabajar a oficinas después de casi seis meses de estar en cuarentena. Esta experiencia es como encontrarse con una persona completamente diferente a la que son ahora.Dentro de sus escritorios abandonados se encuentran entradas para conciertos cancelados, ropa de invierno y alimentos expirados, mientras que sus agendas y calendarios marcan un mes que parece haberse extendido. Por otro lado, los periódicos que quedaron hablaban de un desplome de la economía, pero aún no tenían el contador de contagios y muertos que cada país ahora vigila. Es como despertarse de un coma, y la oficina es como una cápsula del tiempo.“Fue como abrir la cápsula del tiempo más aburrida que uno se pueda imaginar”, dijo Kevin Dorse, profesional de comunicaciones en Ottawa, después de hacer su primera incursión a la oficina en meses.Las preocupaciones de hace unos meses no incluían estar preocupados por tener contacto con los seres queridos de cada quien (Foto: REUTERS/Maranie Staab) (Maranie Staab/)De la noche a la mañana, el mundo entero apagó las luces de las oficinas hace meses sin saber cuándo o si regresarían al trabajo, y la mayoría de estos espacios aún están vacíos. Bloomberg reportó que en la última semana de julio solo 6,9% de los empleados habían regresado a las oficinas de Manhattan administradas por CBRE Group Inc., la mayor firma de servicios de bienes raíces comerciales del mundo, según un portavoz de la compañía.Las restricciones han disminuido, algunos empleados volvieron por primera vez a su vagón de costumbre en el metro, a los ascensores que los llevarán a su oficina. Encuentran todo como la última vez que lo vieron, como si el tiempo se hubiera congelado.Michael Arciero, analista de banca de inversión en Oppenheimer & Co., dijo que encontró seis camisas en una bolsa de lavandería en su escritorio en la oficina de la compañía en el centro de Manhattan. También agregó que había abrigos de invierno en respaldos de sillas.Los diarios anunciaban medidas para evitar siquiera que el virus llegara a tierras estadounidenses (Foto: REUTERS/Maranie Staab) (MARANIE STAAB/)A diferencia de cualquier otra cápsula enterrada hace más de 30 años, ahora existe un recordatorio digital. Al encender sus computadoras encontraron las últimas pestañas de internet que dejaron abiertas. En Microsoft, un empleado que regresó por algunos artículos personales, vio que tenía una página abierta desde marzo en la que se advertía que habían ”15 días para frenar la propagación del coronavirus”.“Honestamente, fue un poco triste”, expresó Ryan Mahan, director de programación estudiantil de Western New England University y que regresó a trabajar por primera vez la semana pasada. Él tenía un diario estudiantil que anunciaba que la estrella de pop sueca, Zara Larsson, daría un concierto en el campus, pero este fue cancelado.Rebecca Buckman, vicepresidenta de comunicaciones de marketing de la firma de capital de riesgo Battery Ventures LP, regresó a la oficina de la compañía basada en San Francisco por primera vez en julio. Como en otros casos, fueron dos publicaciones “viejas” colocadas sobre una mesa en la recepción, que le recordaron el momento en que la crisis del virus desató el caos en Estados Unidos.Las marquesinas que antes anunciaban productos, ahora agradecen a los médicos que han salvado tantas vidas (Foto: REUTERS/Andrew Kelly) (Andrew Kelly/)“Fue un poco extraño. La gente acababa de dejar las cosas. Todavía había comida en la nevera. Pero lo más llamativo fueron los periódicos”, dijo Buckman.Tony Knopp, director ejecutivo de TicketManager, compañía de software con sede en Los Ángeles, tomó la decisión de enviar a 70 empleados a casa en marzo. Él se encargó de recoger el correo y mantener las cosas en funcionamiento, durante estos días, se ha estacionado frente a las puertas de la oficina, un lujo en esta ciudad.“Se siente como ‘Soy leyenda’ o ‘The Walking Dead’. Es muy apocalíptico. Si no vengo por unos días, abro la puerta y empujo un montón de correo. Y nada se mueve. Lo que sea que necesite, lo tomo del escritorio de otra persona. Si me quedo sin baterías, voy a otro escritorio y saco las baterías de su teclado”, reveló.Con información de BloombergMÁS SOBRE ESTE TEMACoronavirus: tras haber sido epicentro de la pandemia, Nueva York se prepara par reabrir las escuelasUna polémica tendencia crece en EEUU entre las familias que buscan educación de calidad sin riesgo de coronavirus para sus hijos: “Pandemic pods”Los Ángeles: autorizaron los cortes de agua y electricidad para quienes realicen fiestas masivas en sus casas