Una persona sostiene un cigarrillo electrónico. Foto: REUTERS/Daniel Becerril (Daniel Becerril/)El gobernador del estado de California, Gavin Newsom, sancionó este viernes una ley que prohíbe la venta minorista de productos de tabaco saborizado en el territorio.
La ley, que entrará en vigor el 1 de enero de 2021, responde a un incremento sustancial en el uso de estos productos por parte de adolescentes en el estado. Y en particular de cigarrillos electrónicos que ofrecen gustos como mentol, manzana y algodón de azucar.
A la hora de realizar el anuncio, Newsom se mostró extremadamente crítico de la industria tabacalera. “He sido muy expresivo sobre mi condena absoluta de esta industria que continúa encontrando maneras de dirigir sus productos a los jóvenes”, indicó.
Y agregó: “Será un profundo honor y privilegio personal como padre de cuatro y alguien que ha perdido a muchos, muchos miembros de su familia a manos de la industria tabacalera, firmar esta ley”.
El Senado del estado más poblado de los Estados Unidos aprobó el proyecto presentado por el senador Jerry Hill (Demócrata) el mismo viernes. A la hora de defender la iniciativa, el legislador presentó un informe del Centro de Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) que reveló que el 67 por ciento de los estudiantes secundarios que habían consumido tabaco en los 30 días previos a su publicación habían elegido productos saborizados.
El senador logró conseguir apoyo suficiente para el proyecto en el que será su último año como funcionario debido a la imposibilidad legal de presentarse a una reelección. En referencia a ello y visiblemente emocionado, expresó: “Lo que me ha mantenido motivado es el hecho de que todo este proyecto tiene que ver con proteger a los niños y proteger la salud pública”.
Hill participó de la ceremonia de firma del proyecto, la cual se realizó de manera virtual y fue transmitida por videoconferencia. “Esto es una enorme victoria para nuestros niños y la salud de las comunidades a lo largo de California” celebró el senador.
El gobernador de California, Gavin Newsom. Foto: ASSOCIATED PRESS
(EFEI0658/)Durante las semanas desde que fue presentado, actores de la industria tabacalera publicaron una gran cantidad de anuncios en canales de televisión y redes sociales para evitarlo.
Varios de ellos aseguraron que, al prohibir los productos mentolados, la legislación proveía un tratamiento especial a los sectores más acomodados de la población en detrimento de la comunidad afroamericana.
No obstante, sus esfuerzos fueron infructuosos. Partidarios de la ley criticaron los avisos indicando que eran falsos. Además, publicaron avisos propios en los que aseguraron que los productos de tabaco saborizado han sido ampliamente dirigidos a las minorías y, por ende, presentan un riesgo de salud exponencialmente más elevado para ellas.
Durante el debate en el recinto, el senador Scott Wiener (Demócrata) criticó a los anuncios como una “despreciable campaña de desinformación que la industria tabacalera dirigió a la Legislatura y nuestros ciudadanos”.
La medida destinada a reducir el consumo de tabaco llega además pocas semanas después de que un estudio de la universidad de Stanford -ubicada precisamente en California- determinara que consumir cigarrillos electrónicos multiplica por cinco las probabilidades de contraer coronavirus, y que fumar tanto cigarrillos tradicionales como electrónicos incrementa el riesgo por siete.
California es en términos nominales el estado con mayor cantidad de casos positivos de Covid-19. A la noche del viernes cuenta con casi 700.000 casos, mientras que las muertes ascienden a 12.830.
Las conclusiones del trabajo fueron publicadas en The Journal of Adolescent Health. Según indicaron sus autores, su objetivo inicial fue responder las siguientes preguntas: ¿es más probable que los fumadores de cigarrillos electrónicos se hagan la prueba del SARS-CoV-2? y ¿es más probable que den positivo?
“La respuesta es totalmente afirmativa” a ambas preguntas, aseveró Bonnie Halpern-Felsher, coautora del estudio y profesora de pediatría de la Universidad de Stanford que estudia el uso de tabaco entre los jóvenes.
La especialista sostuvo que antes de la prueba estimaba que “habría una relación” entre los fumadores de cigarrillos electrónicos y el coronavirus, pero indicó que “no esperaba que fuera una relación tan fuerte”.
Un trabajador de la salud consume un cigarrillo electrónico durante su descanso. Foto: REUTERS/Brendan Mcdermid (BRENDAN MCDERMID/)El trabajo contó con la participación de más de cuatro mil adolescentes y adultos jóvenes, distribuidos alrededor de los 50 estados norteamericanos. A todos se les preguntó si habían usado alguna vez cigarrillos normales o electrónicos; si los habían usado en los últimos 30 días; si se les habían realizado pruebas de COVID-19; y si los resultados de las pruebas habían sido positivos.
Tras el estudio de los casos, determinaron que las personas que habían fumado en los últimos 30 días no sólo tenían más probabilidades de dar positivo, sino que también tenían nueve veces más probabilidades de desarrollar síntomas que los llevaran a someterse al test.
De hecho, el estudio había generado preocupación en el Congreso nacional. El representante Raja Krishnamoorthi, presidente del Subcomité de Política Económica y del Consumidor de la Cámara de Representantes, citó el estudio de la Universidad de Stanford en una carta dirigida a la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA), en la que solicitó a la agencia que retire del mercado los cigarrillos electrónicos durante la pandemia.
“Es evidente que la epidemia de vapeo juvenil ha combinado fuerzas con la pandemia del coronavirus, creando un enemigo mucho más mortal que exige la acción de la FDA”, argumentó.
No obstante, a diferencia de lo hecho por las autoridades de California, la medida no ha sido implementada a nivel nacional.
Más sobre este tema:
Un estudio de la Universidad de Stanford determinó que el uso de cigarrillos electrónicos multiplica por cinco el riesgo de contraer coronavirus