FOTO DE ARCHIVO: El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, habla con los medios en el Departamendo de Estado en Washington DC, EEUU, el 20 de mayo de 2020. Nicholas Kamm/Pool via REUTERS (POOL New/)El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, ha denunciado el intento del Partido Comunista Chino de aprovechar políticamente la muerte del afroamericano George Floyd durante una detención policial, que ha generado una oleada de protestas en todo el país.“El desalmado intento del Partido Comunista Chino de aprovechar la trágica muerte de George Floyd para su propio beneficio político no tendrá éxito. En su mejor momento Beijing impone inmisericorde el comunismo. Ante sus desafíos más difíciles, Estados Unidos garantiza la libertad”, ha apuntado Pompeo a través de su cuenta en Twitter.“El contraste entre los Estados Unidos y el Partido Comunista Chino (PCCh) no podría ser más claro: en China, cuando una iglesia se quema, el ataque fue casi seguro dirigido por el PCCh. En EEUU, cuando una iglesia se quema, los incendiarios son castigados por el gobierno, y es el gobierno el que trae camiones de bomberos, agua, ayuda y consuelo a los fieles”, afirmó el secretario de Estado.“En China, los manifestantes pacíficos de Hong Kong a la Plaza de Tiananmen son apaleados por milicianos armados por el simple hecho de hablar. Los reporteros que escriben sobre estas indignidades son condenados a largas penas de prisión. En los Estados Unidos, las fuerzas del orden -tanto estatales como federales- llevan a los agentes deshonestos ante la justicia, acogen con satisfacción las protestas pacíficas al tiempo que cierran por la fuerza los saqueos y la violencia, y ejercen el poder, de conformidad con la Constitución, de proteger la propiedad y la libertad de todos. Nuestra prensa libre cubre los eventos pared a pared, para que todo el mundo los vea”, siguió el funcionario resaltando las diferencias.Para Pompeo, Beijing en los últimos días ha mostrado su continuo desprecio por la verdad y su desprecio por la ley. “Los esfuerzos propagandísticos del PCCh, que tratan de combinar las acciones de los Estados Unidos tras la muerte de George Floyd con la continua negación por parte del PCCh de los derechos humanos y la libertad básicos, deben ser vistos como un fraude”, exigió.En Hong Kong, China reprime brutalmente a los manifestantes (SUSANA VERA/)En la misma línea que Pompeo, el pasado lunes el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Robert O’Brien, afirmó en una entrevista con la cadena ABC que los chinos “disfrutaban del caos” en Estados Unidos y ex presaban su “regocijo” con publicaciones en redes sociales.La tensión entre EEUU y China aumentó en los últimos meses por el polémico manejo de la pandemia por parte del Gobierno de Xi Jinping. Según la Administración Trump, “hay una enorme cantidad de pruebas de que el coronavirus comenzó en el laboratorio de Wuhan”.Para Pompeo, China “hizo todo lo posible para asegurarse de que el mundo no se enterara a tiempo” sobre COVID-19. “Fue un clásico esfuerzo de desinformación comunista”, sentenció. El secretario de Estado, además, hace semanas que denuncia que “el Partido Comunista Chino sigue bloqueando el acceso a sus laboratorios al mundo occidental, a los mejores científicos del mundo, para averiguar qué ocurrió exactamente”.”Tenemos que entrar ahí. Todavía no tenemos las muestras del virus que necesitamos”, agregó.Pompeo, además, prometió que los EEUU buscarán que el gobierno de Xi Jinping se haga responsable: “China creó un riesgo enorme. El presidente Trump fue muy claro, vamos a hacer que los responsables rindan cuentas, y lo haremos cuando nosotros decidamos”.Trump ha criticado repetidas veces el papel del gigante asiático en la pandemia, que ha infectado a casi 6,8 millones de personas y ha matado a más de 360.000 en todo el mundo. El mandatario, como Pompeo, cree que Beijing ocultó información importante sobre el brote, por lo que le exigió que se hiciera “responsable”.Semanas atrás, se conoció un informe de la alianza de agencias de inteligencia “Five Eyes” compuesta además de por Estados Unidos, por el Reino Unido, Canadá, Nueva Zelanda y Australia, que asegura que Beijing ocultó información. El documento de investigación de 15 páginas afirma -como dijo hoy Pompeo- haber encontrado pruebas de que el virus se originó en el Instituto de Virología de Wuhan, cerca del mercado húmedo del que China dice que proviene. Según el trabajo, los investigadores chinos de virus relacionados con los murciélagos estudiaron una muestra que tenía una coincidencia genética del 96% con el Covid-19 ya en 2013 y este “arriesgado” experimento descubrió en 2015 que la enfermedad era transmisible de los murciélagos a los humanos.Uno de los aspectos más críticos del informe es la falta de transparencia de China sobre cómo se propagó la enfermedad. El expediente resalta la existencia de una “negación mortal de la transmisión entre humanos” en las primeras etapas del brote en Wuhan. De hecho, revela que China tenía “pruebas de transmisión entre humanos desde principios de diciembre”, pero siguió negando que pudiera propagarse de esta manera hasta el 20 de enero. La Organización Mundial de la Salud aceptó esas afirmaciones de Beijing sin poner reparos y aún cuando Taiwán y Hong Kong expresaron su preocupación, según el informe.MÁS SOBRE ESTE TEMA:La Guardia Nacional de EEUU desplegó unos 43.000 militares en el país para contener las protestas por George Floyd